EL FERROCARRIL
En la época colonial el medio de transporte mas utilizado eran a través de cauces de los ríos; Guapo, Tuy, Río Chico, entre otros, que se comunicaban por sus ramales a los poblados de la zona. Por estos ríos se surcaban grandes distancias en bongos, canoas o piraguas; de fabricación india, los cuales ofrecían en el medio físico Barloventeño, ricos en paisajes geográficos a través del caudaloso río Tuy, ofreciendolo ademas de las primeras comunidades pioneras, las facilidades de comunicación.
Se inicio con el arribo de un joven de 17 años a Río Chico, el cual desempeño múltiples trabajos manuales y culmino con la compra del camino de hierro en 1898. Este dinámico, Victor Crassus, fue el fundador de la dinastía.
La negociación se concreto el 24 de diciembre por documento protocolizado en la oficina subalterna de Registro del Distrito Federal, en Caracas. En el se dice que la Compañía de Ferrocarril y de Navegación de Carenero, establecida en Amsterdam, convino con Victor Crassus en venderle la concesión del camino de hierro y de navegación de Carenero, de la que era propietaria, con todos los privilegios así como con todas las obligaciones que tenia y le correspondían por sus contratos , con el material fijo y rodante, los terrenos, edificaciones, establecimientos, los útiles, maquinas, vagones, almacenes, con sus provisiones y repuestos, el Vapor Higuerote, fondeado en Curazao y Barbados de dicha empresa, sin excepción ni reserva alguna y en el estado en que se encontrara todo.
Los antecedentes de esta empresa se remontan a cuatro años antes, oportunidad en el cual se firmo el convenio de Ley Aprobatoria del contrato celebrado entre el Ministerio de Obras Publicas y el señor Lazaro Puig Ros para la construcción de un ferrocarril desde el puerto de Carenero hasta Río Chico, tocando en Higuerote, Boca vieja y San José, aprovechando las aguas.
Lazaro Puig Ros formaba parte de un grupo económico, integrado por suizos, holandeses y alemanes. Sucedió que lo agreste de la zona, la insalubridad, los mosquitos y plagas voladoras y sobre todo el paludismo, diezmo al personal extranjero y la conclusión fue vender a una firma inglesa que por mala administraccion y en virtud de reate fue a su vez vendida a Enrique J. Schorbergh y Lorenzo Marturet, quienes a su vez vendieron a Victor Crassus.